Fue en Sudán del Sur, donde rompió con su visita arrancar al presidente Salva Kiir la promesa de que reanudará el proceso de paz. El Sumo Pontífice ha emprendió su regreso a Roma.

El papa Francisco se pidió del pueblo de Sudán del Sur este domingo por la mañana con una misa campal de la que participar unas cien mil personas en la capital Yuba y los llamaron a «deponer las armas del odio y la venganza».

El pontífice argentino fiesta despues del regreso en Roma Tras dos días y medio de peregrinación en el “país más joven de África”, nacida en 2011 de una escisión con Sudán que provocó millones de muertos.

Francisco hizo con su visita arrancar al presidente Salva Kiir la promesa de que reanudará el proceso de paz bloqueado actualmente. Pero no consiguió que se firmara un acuerdo escrito junto con los elegidos del vicepresidente Riex Marchat y grupos opositores militarizados.




El papa Francisco saludó a un grupo de amigos católicos de la localidad de Rumbek, quienes viajaron por más de una semana para dirigirse a la capital. Foto AP/Ben Curtis.

Dos años después de la independencia estalló una guerra civil que duró cinco años, causó 400 mil muertos y en parte siguió suponiendo en la desesperación à un pays que est uno de lo más pobres del mundo, con el 75% de la población de 12 millones habitantes que sobreviven gracias a la ayuda alimentaria y sanitaria de las organizaciones humanitarias extranjeras.

Sudán del Sur padece también el más alto porcentaje de mortalidad de recién nacidos del mundo.

El Papa llegó a Sudán del Sur el viernes acompañado por protestantes dos líderes, el arzobispo anglicano de Canterbury y el moderador de la Iglesia de Escocia, presbiteriano, Iain Greenshields. Los tres formaron un Camino Ecuménico sin precedentes en la historia del cristianismo para registrar la pacificación del país africano.

El papa Francisco sale en su vehículo entre multitudes reunidas en la entrada al aeropuerto de Juba, Sudán del Sur.  Foto AP.


El papa Francisco sale en su vehículo entre multitudes reunidas en la entrada del aeropuerto de Juba, Sudán del Sur. Foto AP.

En su homilía en el mausoleo dedicado a la memoria de John Garang, el héroe de la independencia muerto en un misterioso accidente de helicóptero, Francisco enfatizó la necesidad de poner las armas del odio y la venganza «empuñar la oración y la caridad».

“Superemos las aversiones que con el tiempo se han vuelto crónicas y amenazan con contraponer a las tribus y las etnias. Aprendamos a poner sobre la heridas la sal del perdón, que quema pero sana”, expresó.

fr el acto mas multitudinario de la visitarecibido con una enorme alegría que se expresó en cantos, bailes y vítores al Papa en este país con un 38% de católicos, pidió «construir buenas relaciones humanas y vivir en la fraternidad».

Jorge Bergoglio afirmó que «hay que impedir que prevalgan la corrupcion del malel morbo de las divisiones, la succedad de los negocios ilícitos y la plaga de las injusticias”.

«Nosotros cristianos, aún siendo frágiles y pequeños, aún cuando nuestros nos parezcan poca frente a la magnitud de los problemas ya la furia ciega y la violencia, podemos dar un aporte decisivo para cambiar la historia», remarcó.

El Papa Francisco observó a sus bailarinas nativas durante el encuentro que mantuvo con miles de jóvenes en el estadio de los Mártires de Kinsasa, este jueves, en la República Democrática del Congo.  Foto EFE/ Ciro Fusco


El Papa Francisco observó a sus bailarinas nativas durante el encuentro que mantuvo con miles de jóvenes en el estadio de los Mártires de Kinsasa, este jueves, en la República Democrática del Congo. Foto EFE/ Ciro Fusco

En un mensaje final que coincidió con el «ángelus» dominical, el Papa encomendó la causa de la paz en Sudán del Sur y reconciliación “a la mas grande mujer, a la virgen María, la reina de la paz”.

Francisco agradeció y bendijo «en modo especial» a todas las mujeres del país, «que sufren y están frustradas».

El Papa inició su quinta peregrinación en África y el 40mo. viaje apostólico de su pontificado con una visita de cuatro días a la República Democrática del Congo, de 90 millones de habitantes, la mitad de los cuales son católicos. Como en Sudán del Sur, los congoleños también sufren por las continuas oleadas de violencia de grupos armados, sobre todo en el este del país.

Vaticano, corresponsal

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