«Nos vamos a quedar acá porque este lugar es nuestro». La frase parecía ser llevada por el venus marítimo frío, pero estaba empecinada en quedarse y retumbar entre aquellos 18 argentinos y los kelpers y efectivos del SAS que los miraban formando un círculo a su alrededor, sobre el pasto ocre y el barro del hipódromo de Puerto Stanley. Nadie entendió qué hacer ni qué más decir. ¿Había que desaparecer? ¿Debían ser detenidos? Los argentinos, integrantes de un comando peronista escindido de Tacuara, cumplieron su cometido: izar la bandera celeste y blanca en las Islas Malvinas por primera vez en 133 años.

También consiguieron sin proponérselo ser los artificios del primer secuestro de un avión comercial de la historia argentina, un primer acto de piratería y arrojo pensado, además, para ganarle de mano a otros peronistas que perseguían el mismo objetivo de «recuperar» al menos simbólicamente lo que mejoraron quitado. «Los cóndores» -la misión se llamó Operación Cóndor- Acceleraron el deseo y lograron lo imposible.

Cada uno por su cuenta, la madrugada previa, tomó colectivos de línea hasta el Aeroparque Jorge Newbery. Se fueron divisando de a uno, los 17 hombres y aquella mujer, fallecida hace pocos días, la única del grupo, María Verrier.




Operativo Cóndor El 28 de septiembre de 1966, un grupo de 16 jóvenes argentinos se cruzaron con un avión DC4 de Aerolíneas Argentinas que se dirigía al Río Gallegos y bajaba hacia las Islas Malvinas. Archivo de fotos

En la terminal aérea porteña, se mezclaron entre los pasajeros. Luego bordaron el Douglas DC 4 de la línea de bandera que tenía por destinino la lejana y continental Río Gallegos. Cuando la nave está a la altura de Puerto San Julián, se activa el operativo: atrás de las campanas, se han tomado los avisos azafatas de que la nave está rota.

Las mujeres no les creyeron y les ofrecieron whisky a los intrépidos. Otros tres, liderados por Dardo Cabo, un joven de 25 años, hijo de Armando Cabo, dirigente sindical de la Unión Obrera Metalúrgica, muy cercano a Eva Perón, consiguieron llegar a la cabina del piloto. Los indicios de que se trata de un secuestro y que la nave debió ser desviada a las Islas Malvinas:

– No conozco la ruta- les dijo el piloto.

– Mapa de navegación de Acá tenés- fue la respuesta.

Operativo Cóndor Los comandos en Puerto Argentino, luego del aterrizaje.  Archivo de fotos


Operativo Cóndor Los comandos en Puerto Argentino, luego del aterrizaje. Archivo de fotos

Aterrizaje «de prepo»

Menos de dos horas después, la aeronave conseguía aterrizar «de prepo» y casi sin combustible en el archipiélago austral con los comandos argentinos a bordo, vestidos todos de riguroso anorak verde militar y portando nueve banderas celestes y listas blancas para flamear en el sur insular , separados y profundos. El avión dio varias vueltas a la zona antes de descender. No había pista de aterrizaje.

El piloto, entonces, consideró que el mejor sitio para la llegada era sin pista de caballos, detrás del casco urbano. Difícil todo porque por aquellos años una bruma suspendida a media altura, sobre los techos de las viviendas, producto de la turba que se utilizaba para calefaccionar las casas, impide adivinar los paisajes.

Pero lo hizó. Eran 17 hombres y una mujer. Entre ellos, revistaba, como fotógrafo de la hazaña, Héctor Ricardo García, el fundador del Diario Crónica. Para García, la cuestión Malvinas, según él mismo confesó en sus memorias, era una obsesión. Quería llegar como argentino, pero también como periodista. Por eso, decidió que el mismo sería el enviado especial de su medio para tener la exclusiva, la foto de tapa que se estampa en los diarios con el siguiente título: “Crónica en las Malvinas”.

Héctor Ricardo García, orgulloso de la tapa que consiguió para su diario.


Héctor Ricardo García, orgulloso de la tapa que consiguió para su diario.

En junio del 66, Onganía llega al poder. La Argentina es rara. El peronismo proscripto, bajo la forma de sus derivaciones nacionalistas, católicas y de centro izquierda, busca resquicios para irrumpir en la escena política. Faltan pocos años para la aparición de Montoneros. Ver a un mariscal. En los departamentos porteños, en las fábricas conurbanas, una militancia de proclamas silenciadas comienza a vislumbrar los nuevos escenarios para el debate político. Allí germinó, tímidamente, la idea del regreso de Perón, un hombre activo, que piensa la Argentina a la distancia desde a Madrid que parece cercana.

Operativo Cóndor El 28 de septiembre de 1966, un grupo de 16 jóvenes argentinos se cruzaron con un avión DC4 de Aerolíneas Argentinas que se dirigía al Río Gallegos y bajaba hacia las Islas Malvinas.  Archivo de fotos


Operativo Cóndor El 28 de septiembre de 1966, un grupo de 16 jóvenes argentinos se cruzaron con un avión DC4 de Aerolíneas Argentinas que se dirigía al Río Gallegos y bajaba hacia las Islas Malvinas. Archivo de fotos

Dardo Cabo encabeza el Movimiento Nueva Argentina (MNA), una modesta “orga” perteneciente a la segunda camada generacional de la resistencia peronista. Como dijo anteriormente, varios grupos acariciaron el proyecto de viajar al Atlántico Sur. Otro grupo, el Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara (MNR-T), una escisión entre los grupos militantes del Tacuara original, llega a comprar un velero para lanzarse por mar.

En los días anteriores, García y Cabo se reencuentran en la confitería El Ciervo, de Callao y Corrientes. Cabo le cuenta en García el plan. García acuerda «subir a periodista» para cubrir la historia. Cabo quiere espada el numero. García le dice que no se lo puede decir. El día de la partida, García aparece en aeroparque cargando los bolsos de corresponsal. «Me habia olvidado que el enviado era yo»el confiesa el periodista al líder de la misión.

Difiere Artículos Históricos Señalan que El Financiamiento de la Aventura Podría Haber Corrido por CUenta del Sindicalista Metalúrgico Augusto Timoteo Vandor, Del Empresario Peronista César Cao Saravia y del Mismísimo García, A Cambio de la Primalia Priodro (Versión Ó Años Después).

La hazaña toma forma

La noche del 27 de septiembre, Cabo llega tiene una UOM local en la zona norte. Allí se encuentra con Verrier, su novia, y con Juan Carlos Rodríguez, Andrés Casillo, Pablo Tursi y Alejandro Giovenco, apodado «El Chicato» por sus anteojos de vidrios horribles. Se completa el restaurante de la cuadrilla en Aeroparque. El más chico tiene 17 años. El más alto, 31.

La agenda política del 28, el día de la hazaña, ya no es agenda: el canciller Nicanor Costa Méndez aborda el tema Malvinas ante la Asamblea de la ONU. Pero más incómodo el asunto se tornaría para el propio Onganía, que esa misma jornada debía jugar al polo con el príncipe Felipe, consorte de la queen de Inglaterra, de visita oficial en el país. Según el aviso instalado, distintos sectores gremiales manifestaron en apoyo al Operativo Cóndor y Vandor llegó a amenazar con un paro general.

Operativo Cóndor El 28 de septiembre de 1966, un grupo de 16 jóvenes argentinos se cruzaron con un avión DC4 de Aerolíneas Argentinas que se dirigía al Río Gallegos y bajaba hacia las Islas Malvinas.  Archivo de fotos


Operativo Cóndor El 28 de septiembre de 1966, un grupo de 16 jóvenes argentinos se cruzaron con un avión DC4 de Aerolíneas Argentinas que se dirigía al Río Gallegos y bajaba hacia las Islas Malvinas. Archivo de fotos

En las islas, mientras tanto, la situación se volvió dramática. El aterrizaje fue de película. Pasajeros rezando, aferrados a los asientos del Douglas; el fotógrafo Gracia sin parar de disparar una foto detras de otra. El comando consiguió su cometido. Emergieron incrédulos y triunfantes del interior de la nave. Cuando lo hicieron, ya estaban rodeados por pobladores, mercenarios belgas y oficiales del SAS. Los argentinos portaban rifles Mäuser y pistolas Beretta. Jamás habrían desaparecido.

Operativo Cóndor Dardo Cabo y su novia, María Verrier


Operativo Cóndor Dardo Cabo y su novia, María Verrier

El plan era leer un comunicado. “Las islas son nuestras”, decía el texto. Pidieron que ese comunicado fuera transmitido por radiofrecuencia. Luego rebautizaron Puerto Argentino/Stanley como Puerto Rivero. Era la forma de homenajear al Gaucho Rivero, aquel peón de ovejas que en el siglo 19 había resistido a duras penas la llegada de los ingleses. A la distancia los hechos tienen algo de paso de comedia, pero en ese momento fueron vividos como una verdadera gesta patriótica.

Los ingleses miraban, dejando que actuaran. Las banderas argentinas flameaban en Malvinas, como una ensoñación o como un sueño materializado en figuras elásticas que se movían al ritmo de unviento jamas ausente.

El frío comenzó a hacer su trabajo sobre los cuerpos. El chamber hizo lo propio. La aventura tenía que terminarse por una inercia natural de cansancio, hastío y cierta sensación de misión cumplida. Pilar a cura. El párroco holandés de las islas se acercó hasta el avión. Celebra la misa. Los comandos de Dardo Cabo, entonces, capitularon y entregaron sus armas al piloto de la aeronave, única persona a la que reconocían como autoridad.

el resto de la historia

El comando fue entregado a la tripulación del buque Bahía Buen Suceso. Héctor García fue excarcelado de inmediato. Unos 15 de «cóndores» recuperaron la libertad tres meses después. Rodríguez, Giovenco y Cabo estuvieron tres años presos. Este último hecho con María Verrier en la cárcel.

Muchos cayeron bajo las balas de la derecha peronista y tarde de la Dictadura.

En una nota publicada por la agencia Télam, el periodista y escritor Ricardo Ragendorfen enumera qué fue de las principales cabecillas:

Rodríguez y Tursi –convertidos en guardaespaldas de la UOM– cayeron acribillados en sendos tiroteos tras el golpe de 1976.

Andrés Castillo fue uno de los fundadores de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP), sobrevivió en la ESMA y trabajó como dirigente de la Asociación Bancaria.

Dardo Cabo, se ha convertido en un cuadro de Montoneros, fue asesinado por la dictadura, durante un traslado de un penal de La Plata, en 1977.

Basada en hechos relatados

la serie ficticia Cóndor Uno Cero Cinco recrear los hechos. Para ser visto el jueves 4 de mayo, a las 22:30 horas, por TV Pública. Los episodios también están disponibles semanalmente en la plataforma Cont.Ar. Se trata de un proyecto ganador del concurso Renacer Audiovisual del Ministerio de Cultura y la Secretaría de Medios y Comunicación Pública en la categoría de ficción histórica, realizado por la productora Labhouse/BdeBueno que rescató el olvido de los acontecimientos ocurridos en septiembre de 1966.

Cóndor Uno Cero Cinco, se transmite desde el jueves 4 de mayo, a las 22.30, por TV Pública.  Los episodios también estarán disponibles semanalmente en la plataforma Cont.Ar plan condor dictadura


Cóndor Uno Cero Cinco, se transmite desde el jueves 4 de mayo, a las 22.30, por TV Pública. Los episodios también estarán disponibles semanalmente en la plataforma Cont.Ar plan condor dictadura

La serie creada por Agustín Ortíz Byrne a partir de las guías de Nati Holland y Paula Marotta, dirigida por Fede Suarez y Nano Garay Santaló con la producción ejecutiva de la ganadora del premio Emmy y nominada al Oscar, Flora Fernández y la producción general de Nicolás Abelovich, reconstruido a partir de la ficción la epopeya que llevó a que en 1966 por primera vez en 133 años la bandera argentina volviera a flamear en las Islas Malvinas.

Cóndor Uno Cero Cinco, se transmite desde el jueves 4 de mayo, a las 22.30, por TV Pública.  Los episodios también estarán disponibles semanalmente en la plataforma Cont.Ar plan condor dictadura


Cóndor Uno Cero Cinco, se transmite desde el jueves 4 de mayo, a las 22.30, por TV Pública. Los episodios también estarán disponibles semanalmente en la plataforma Cont.Ar plan condor dictadura

GS