L’agenda del PSC pasa, según ha podido saber EL PERIÓDICO, por reunirse en los próximos días con el alcalde y líder de Tot per Terrassa, Jordi Ballard, cuyo voto puede ser clave para decantar la balanza entre unos u otros. Y si esa baza falla, la última de las opciones es reproducir de nuevo al polipropileno y tratar de repetir, desde la mano de los Comuns, la misma aritmética que ha operado en el ayuntamiento de la capital. Los socialistas insisten en que su prioridad es reeditar la alianza con Juntas y así lo expresa en público y en privado. De hecho, el plan inicial de ambos era que el pacto se podría anunciar esta semana para alejarlo del inicio de la campaña de las elecciones generales.

Pero el giro de guion de Barcelona ha trastocado la pauta prevista y los posconvergentes pidieron más tiempo para gestionar el desazón interno que ha desatado contra el PSC pese a que el propio Trias defendió que priorizara el acuerdo al margen de su chasco político y personal. Más todo de Laura Borrás y sus fins como principales detractores de ese pacto, otros directentes no alineados con ella se han mostrado apasionados de no repetir la operación tras lo sucedido con la vara barcelonesa y con las urnas del 23 de julio a la vuelta de la esquina.

En los últimos tres días, los socialistas han redoblado la presión pública sobria Junts. Si el lunes era la vocera Elia Tortolero la que loaba ese pacto, el martes era Collboni y este miércoles fue la presidenta del Congreso y candidata en Catalunya, Meritxell Batetla que pedía a los posconvergentes que no tomaran decisiones «vengativas ni emotivas».

El voto clave de Jordi Ballart

A expensas de qué hará finalmente la formación que conduce Borrás allá Jordi Turuldecisión que podría tomarse en las próximas horas, el partido que comanda Illa ha comenzado a mover otras fichas viendo que Oriol Junqueras también ha rechazado públicamente la opción de entendimiento con el PSC. Junts y ERC son 23 participantes -la presidencia sería para los posconvergentes porque tienen 12 frente a los 11 republicanos-, uno más que PSC (17) y Comuns (5). si aqui donde Ballart puede ser instrumental.

El alcalde de Terrassa gobierna la ciudad con una compacto con ERC y Junts, pero si se sumara al líder del bloqueo por el PSC producirá un impate que el servicio tiene los socialistas para quedarse con la presidencia, ya que la balanza decanta en ese caso a favor del partido qu’ha obtenido más votos. ¿Estaría dispuesto Ballart a siutarse en el bloquear a los socialistas pesa sobre la ciudad de la mano de los independentistas? Fuentes de Tot per Terrassa, aseguran que han mantenido «conversaciones informales» con el PSC a la espera de una reunión, mientras que también han hablado con la cúpula de ERC.

«No tenemos aún ninguna propuesta formalpero estamos dispuestos a escuchar a todo el mundo», aseguran. Negociarán, añaden, en base a su proyecto municipalista partiendo de la base que deciden ellos mismos porque no tienen ataduras con estructuras nacionales. «No debemos nada a nadie, somos libres pensando en Terrassa. Es evidente que en la ciudad tenemos un acuerdo con ERC y Junts, pero que haya sintonía y complicidad aquí no quiere decir nada», zanjan.

No debemos nada a nadie, somos libres pensando en Terrassa. Es evidente que en la ciudad tenemos un acuerdo con ERC y Junts, pero que haya sintonía y complicidad aquí no quiere decir nada

Tot de Terrassa

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El voto de Ballart permitiría al PSC gobernar en la Diputación sin bufanda mano de nuevo de los votos del PP (con 4 diputados), teniendo en cuenta, además, que el pleno de constitución se celebrará ya en plena campana de las generales. Recurrir a los populares será la última de las opciones que expresarán los socialistas, aunque las fuentes del partido asegurarán que no dudarán en demandar la misma suma que en el ayuntamiento de Barcelona si falla tanto el plan con Junts como la suma con Ballart. Claro que para que prosperara los Commons deberian estar preparados para participar en la nueva triangulacion de esa.

Por hora, los de Ada Colau rechazan ese escenario y volver a abogar por el tripartito con PSC y ERC. Lo mismo que sostenían antes de acabar votando a Collboni mientras los populares hacían lo propio. Está por ver si, llegado el caso, la historia repitiría.