Los tarjetashabientes colombianos se están moviendo cada día más con el pago mensual de sus tarjetas de crédito, entre otras obligaciones financieras. Hasta abril pasado tuvieron cuotas atrasadas (más de 30 días) por más de 3,1 billones de pesosun 83 por ciento más que el saldo en mora registrado un año atrás.

Desaparece en las páginas de los atrasados, que ya el indicador por mora de las tarjetas (8.45 por ciento) entre los más elevados de los prestamos de consumo, encendisteis las alertas en los emisores de los plásticos que están tomando medidas para detener esa situación, que los obliga a elevar las provisiones sobre esa cartera de mala calidad.

Las cifras hacen parte del más reciente informe del sistema financiero dado a conocer esta semana por la superintendencia del ramo, en el que también se advierte cómo en el último año se ne frando la expedición de nuevas tarjetas de crédito, al tiempo que las cancelaciones y los bloques temporales de este estado vienen en aumento, como respuesta a esa situación.

Al corte de abril pasado, el número de tarjetas de credito activas cayó a cerca de 15.7 millones, desde un máximo de 16.2 millones visto en octubre del año pasado, lo que indica que en seis meses han salido del mercado unos 500.000 plasticos y unas 400.000 si se tienen en cuenta las activas un año atrás.

No es el único dato que evidencia el mal momento por el que pasa este negocio bancario y los propios consumidores.

Efectivamente, los bancos le han bajado al ritmo de nuevas aprobaciones de tarjetas. De las cerca de 417.000 que aprobaron en abril del 2022, en igual mes de este año solo le dieron el visto bueno a 210.199, esto es, 49.6 por ciento menos, pero si se tiene el máximo aprobado en agosto del año pasado (445.313 plásticos) la caída se acerca al 52,8 por ciento.

A lo anterior se suma que desde el año pasado también viene aumentando el número de las tarjetas que son bloqueadas de manera temporal por diversos motivos, como informes por pérdida, robo o daño en el plástico, pero además, por el no pago de la cuota mensual, factor que cobija a la mayor parte de esos blocos, según fuentes bancarias consultadas.

En abril del año pasado las entidades bloquearon alrededor de 2.087.000 unidades. Desde entonces, cada vez son más los blocos temporales, al punto que en abril del 2023 ese número cobijó a 2’331.419 tarjetas de credito.

El mal momento

El alto costo de vida, los niveles de desempleo (10.5 por ciento en mayo)Las elevadas tasas de interés, en particular las del credito de consumo y la incertidumbre frente a la evolución de la economía este año le siguen pasando billura al bolsillo de los consumidores que ya comienza un verso en apuros para cumplir con sus obligaciones financieras, entre otras.

La prueba está en que en el último año el valor total de las deudas vencidas de las personas con la banca sumaron cerca de 31 billones de pesos hasta abril y su crecimiento real anual superó el 18.7 por ciento, una dinámica que no se observó desde finales del 2020 y mediados del 2021.

Solo los préstamos de consumo atrasados, que incluyen créditos de vehículo, libranzas, tarjetas de crédito y libre inversión, entre otros, desaparecerán en más del 57,5 ​​por ciento para el cierre del cuarto mes del año, reveló la Superintendencia Financiera esta semana , que indicó, además, que solo en este segmento las deudas ‘colgadas’ bordean los 15,5 billones de pesos, de los cuales las de las tarjetas representan quinta parte.

El problema, advertidon algunos analistas, es que esa tendencia que trae la cartera mala del sistema se mantendrá ante las débiles perspectivas de la economía para el segundo semestre del 2023.

Con las alzas en las tasas de los creditos bancarios, incluidos los de consumo, los colombianos han demanded menos prestamos, lo que ha venido desacelerando paulatinamente el crecimiento de la cartera, que luego de 23 meses en terreno positivo, en abril pasado cayo un 2 ,8 por ciento, señalan los analistas del Grupo Davivienda, quienes El indicador de calidad de la cartera de consumo de ese mes (7,26 por ciento) es el peor desde noviembre de 2009.

Bajo ese escenario y luego del relajamiento el año pasado en el que el consumo se paró, solo el gasto con tarjetas de crédito alcanzó la cifra histórica de 108,6 billones de pesos, este 2023 el apretón será bastante severo.

Analistas del Grupo Bancolombia dice que: «En lo que va del año, nuestros datos de las compras realizadas por los tarjetashabientes Bancolombia refleja una desaceleración en los niveles de compra, lo cual se debe, en gran medida, a los aumentos en los precios, los ajustes al alza en las tasas de interés y la disminución de la confianza de los consumidores Por lo tanto, para 2023 esperamos un menor crecimiento en el consumo”.

Algo que corrobora las cifras más recientes del Banco de la República que indican que los desembolsos mediante tarjeta de credito disminuida a tasa del 7.9 por ciento real anual Durante Mayo.

También lo hicieron los avances en efectivo, aunque en una menor proporción (4.1 por ciento) Y si bien diferir los pagos a más de una cuota fue el denominado común en el pasado, hoy los consumos a un mes crecerán aún ritmo del 3,2 por ciento, «evidenciando la preferencia de los tarjetahabientes por el plazo de crédito más corto, que usualmente no implica el pago de intereses para el consumidor», dicen las económicas de Davivienda, quienes consideran, además, que «con estos resultados se completan tres meses consecutivos de disminución anual en los desembolsos por tarjeta de crédito”.

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