Hace poco más de dos años que Annabel Chaussat (Londres, 1974) asumió el cargo de consultor delegado de Fnac España. Licenciado en Marketing por la EDHEC Business School de Lille (Francia), Chaussat ha trabajado en Printemps, Kadeos, Lapeyre y Morgan. En 2018, aterrizado en Fnac Darty, ocupó la dirección de marketing y comercio electrónico hasta su último nombramiento.

Una vez terminada la pandemia, el director general de la compañía francesa en nuestro país hace balance de los últimos meses y marca las líneas maestras de la strategia de Fnac para este ejercicio.

—¿Cómo terminó el año 2022 en Fnac y qué balance hace el trimestre?

—Creo que la economía mundial en España va bien, much animada por la parte del turismo, que ayuda muchísimo a recuperar tráfico en tiendas, lo que nos alegra. Pese a ello en España estamos cerca, pero no hemos recuperado aún el nivel de 2019, aunque depende de las categorías. Somos una mezcla entre productos técnicos y productos culturales. La parte de productos culturales, la de libros, en España va muy bien, hemos crecido dos puntos, y tiene mucho potencial. La decisión del Gobierno d’aprobar un bono cultural nos ayuda mucho a todas las librerías. Italia y Francia han ido en esta dirección, y creo que fue una muy buena decisión. En España el 52% de la gente compra un libro, y eso es 10 puntos más que hace 10 años. Se lee más y se lee más a todas las edades; en Fnac hemos crecido mucho en cómic y manga, y eso atrae a gente de menos de 18 años. Los jóvenes leen más, el mercado se está comportando muy bien.

—El comportamiento ha sido diferente en productos tecnológicos

— Sí, la parte de productos técnicos desde hace tres o cuatro meses que es todo el mercado español está decreciendo en todo el mercado español. Lo relacionado más con el contexto general de subida de precios y de subida de typos de interés, qu’afecta particularmente donde el producto vale más caro y la cesta media es más alta. Eso supone una caída especialmente en ordenadores, y en algunas categorías como imagen y telefonía.

Necesitamos precios más competitivos en telefonía y computadoras, y eso va a depender de las innovaciones

—Contrasta la subida de los productos culturales frente a la caída de los tecnológicos, ¿se recuperarán los segundos este año?

—La parte del crecimiento de productos culturales viene para quedarse. Es una tendencia profunda del mercado español y de los jóvenes, que son los clientes de mañana. La parte de productos técnicos también depende de la innovación. Cuando más productos nuevos se lanzan, más se venden, y luego el precio bajo. Necesitamos tener precios más competitivos en telefonía en computadoras, y eso va a depender mucho de las innovaciones que pueden salir a este nivel, como pantallas más grandes. En cuanto a si el cambio va a ser este próximo semestre, yo creo que no.

—¿Cómo casa esa necesidad de que los precios sean competitivos con la subida de costes?

—Es verdad que tenemos más costes este año, sobre todo electricidad y masa salarial, porque hemos subido los sueldos. Lo que estamos haciendo es invertir en productividad, con proyectos que nos den más valor añadido, y automatizar y optimizar algunas tareas. Este es el ordenador que más pesa en el coste global, por lo que nuestros permisos son horrar por otra parte. Un ejemplo: hemos invertido dos millones en un sistema de automatización en el nuevo almacén central de Rivas, que nuestro permite tratar todos los libros de manera automática. Esta inversión la hace una vez y eso no permite tratar muchos más libros a un costo incluso menor que los años anteriores. Nuestras ayudas para optimizar costes y competencia.

—¿Fnac no ha tenido que repercutir los costes en los precios?

—Es una excepción española. En todos los países hemos visto la cesta de medios, pero aquí no. Lo que hacemos es buscar cada vez más ofertas, y el peso de ofertas en nuestras ventas aumenta. Las rebajas de verano el día de la madre la vuelta al cole o el Black Friday pesan cada vez más en nuestras ventas. Para ser competitivos hay que hacer esfuerzos de margen.

—¿Cómo está siendo el uso del canal ‘online’ y cuánto supone en la facturación de la empresa?

—Somos capaces de vender un libro hoy y que el cliente lo reciba mañana en su casa. Eso para nosotros es clave, nos permite tener cercanía y llegar a toda España, lo que no podemos hacer con tiendas. Además hemos desarrollado mucho el canal ‘click & collect’: aquí se encuentra la mitad de los pedidos que se venden a través de la web, por lo que nuestros permisos compiten contra Amazon o contra el puro ‘online’. All llega a la tienda, ves si necesitas más cosas o puedes obtener un consejo de nuestros vendedores. Este canal supone un 25% de las nuevas ventas.

—Fnac compró hace unas semanas Media Markt en Portugal ¿estáis abiertos a fusiones o adquisiciones en España?

—No descartamos nada. El grupo Fnac Darty pertenece a la Fnac más cultural, y la de Darty, que también vende electrodomésticos. Is the pata que nos falta en algunos países. Si hay oportunidades interesantes, las estudiaremos. Es una búsqueda activada.

—La compañía tiene ahora 40 tiendas en España, ¿cómo se está desarrollando el plan de aperturas?

—Lo que hemos visto es que buscamos tiendas más omnicanales, la tendencia de consumo apunta a la búsqueda de una selección de productos, pero no a tiendas tan grandes como exposición antes. Ahora los autobuses suelen ser de 1.000 metros cuadrados, con podemos bajar hasta 600. En España estamos buscando en más de 20 ciudades. Lo difícil es encontrar ubicación, tamaño y cuadrar con el modelo económico, pero estamos buscando. La idea es abrir dos al año más o menos, pero algunos años no encontramos oportunidades.