Mientras arrecia la crisis en la franja de Gaza, asediada y bombardeada por Israel en respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre, la Unión Europea empieza a pensar en el día después del conflicto. Las capitales y las instituciones comunitarias han iniciado un proceso de reflexión sobre las posibles soluciones para la Franja para cuando termine la guerra. A largo plazo, todas coinciden en la solución de los dos Estados (Israel y Palestina), pero se están debatiendo también posibles medidas a corto plazo, inmediatas, que garanticen la seguridad y los derechos de ambas comunidades una vez se retire el ejército israelí. Alemania, por ejemplo, sugirió hace unas semanas colocar a Gaza bajo la protección internacional de Naciones Unidas. El alto representante para Política Exterior de la UE, Josep Borrell, habla de una autoridad palestina definida y decidida por el Consejo de Seguridad de la ONU con apoyo de los países árabes.

Lo que tienen claro tanto la UE como Estados Unidos es que Israel no puede volver a ocupar Gaza cuando dé por finalizada su guerra con Hamás. Así lo subrayó el jefe de la diplomacia europea este lunes, poco antes de emprender un viaje a Israel que comienza este jueves y que incluirá también la palestina Ramala. Mientras, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se dirigirá a Egipto y Jordania. En el caso del alto representante, se trata de su primer viaje a Israel desde que ocupa ese cargo. Y es también la primera vez desde que estalló el conflicto que un alto cargo comunitario —que tras la visita iniciará una gira por varios países de la región— visita Cisjordania tras pisar territorio israelí.

En opinión de Borrell, Israel no puede permanecer en Gaza tras la guerra, sino que “una autoridad palestina debe volver a Gaza”. El representante europeo subrayó que se refería a “una autoridad palestina, no a la Autoridad Palestina”. “Es comprensible que la Autoridad Palestina [que gobierna en Cisjordania] no quiera entrar en Gaza encima de un tanque israelí”, añadió Borrell.

El horizonte para Gaza es uno de los grandes debates que la Unión Europea y Estados Unidos quieren iniciar ya. Y en esa perspectiva de futuro, la Autoridad Palestina puede tener un papel en la gestión de la Franja, coinciden. Pero para ello necesita reformas internas, mayor capacidad y también mayor apoyo internacional. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha hablado de que una “Autoridad Palestina eficaz y revitalizada” debería, en última instancia, gobernar Gaza. Israel se opone.

El debate aún está en una situación muy preliminar y muchos coinciden en que, a corto plazo, es probable que la solución pase por una autoridad de transición. Tanto el club comunitario ―que ha ido perdiendo poder como actor influyente en la región— como Washington creen también que los países árabes de la zona deben tener voz en el debate. Y sobre todo ello, ondea la duda de cuál será el deseo de los gazatíes, que llevan semanas bajo las bombas, sobre su futuro en un territorio arrasado.

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La semana pasada, Blinken reconoció que puede ser necesario “un periodo de transición tras la guerra”, pero fue muy explícito también en la negativa a que Israel se mantenga en el territorio: “Está claro que Israel no puede ocupar Gaza”. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, había declarado anteriormente en una entrevista con una televisión estadounidense que Israel asumiría “la responsabilidad general de la seguridad” en Gaza “durante un periodo indefinido”.

Conferencia de paz

Ese horizonte para Gaza tiene que formar parte de la vía del diálogo para poner fin al conflicto, coinciden Washington y Bruselas. La Unión tiene previsto celebrar una conferencia de paz, como propuso España, cuando la situación sea menos volátil y empieza a pensar en la reconstrucción. Mientras, como Borrell aventuró el lunes, todo apunta una posible hoja de ruta que desemboca siempre en la solución de los dos Estados, una fórmula recogida en los pactos internacionales que se había quedado paralizada como una coletilla lingüística diplomática más, pero que ahora vuelve con fuerza a estar sobre la mesa.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el miércoles junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Bruselas.
OLIVIER HOSLET (EFE)

Ursula von der Leyen, por ejemplo, ha propuesto lo que llamó “cinco principios básicos” para el futuro de la Franja una vez finalizada la guerra basados en la perspectiva de una solución de dos Estados; presuponen tanto el fin del dominio de Hamás como la ausencia de fuerzas de seguridad israelí a largo plazo. El debate está ahí, pero también movimientos diplomáticos más urgentes, como el de lograr que las “pausas humanitarias” que reclaman Washington y Bruselas para que llegue la necesaria ayuda a la Gaza asediada sean efectivas. Tras los atentados de Hamás del 7 de octubre, las incursiones aéreas y la operación terrestre de Israel en Gaza han causado la muerte de más de 11.300 palestinos, según cifras facilitadas por las autoridades gazatíes gobernadas por Hamás, entre ellos más de 4.500 niños.

La propuesta alemana de poner a Gaza bajo la protección de la ONU se recoge en un documento, adelantado por el diario Politico, en el que Berlín plantea cinco escenarios diferentes sobre el futuro de la Franja, incluida la reocupación israelí y la toma del control por parte de la Autoridad Palestina o de Egipto. Uno de ellos es la protección de la ONU, que se describe como “una internacionalización de Gaza bajo el paraguas de las Naciones Unidas (y socios regionales)” con “una transición cuidadosamente organizada” hacia la autoadministración palestina, “idealmente” mediante elecciones “y en combinación con una coalición internacional que proporcione la seguridad necesaria”. El informe, de dos páginas, no obstante, está fechado el 21 de octubre, por lo que es anterior a la segunda fase de la operación militar israelí y se ha quedado algo antiguo, según varias fuentes diplomáticas.

Un “rumbo claro”

En público, la postura oficial de la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, es la que expresó el 8 de noviembre en un comunicado tras la reunión con sus homólogos del G-7. Berlín habla de la solución de los dos Estados y de fijar “un rumbo claro” para Gaza, que debe cumplir varios supuestos: la Franja no puede suponer una amenaza terrorista para la seguridad de Israel en el futuro, los palestinos no deben ser expulsados y en ningún caso se debe reducir el territorio del enclave. Baerbock ha sido hasta ahora poco concreta con el tipo de solución inmediata que defendería Alemania, salvo por esta frase: “Gaza no debe ser ocupada, sino que lo ideal sería colocarla bajo protección internacional”, aseguró, sin dar más detalles por el momento sobre el tipo de protección al que se refiere.

Los portavoces del Gobierno alemán también se muestran cautos ante las preguntas sobre el futuro de Gaza una vez termine la guerra. Baerbock viajó hace unos días a Emiratos Árabes Unidos y después pasó por Arabia Saudí, donde se reunió con su homólogo catarí, para después terminar la gira en Ramala y Tel Aviv. En las distintas paradas hizo equilibrios entre una pausa o alto el fuego, la ayuda humanitaria y el derecho a la autodefensa de Israel, del que Alemania es uno de los más fieles aliados. Para Berlín, lo más relevante es que ahora mismo “Israel se está defendiendo del terror de Hamás”, aunque reconoce que “la situación humanitaria en Gaza es terrible, catastrófica, y debe abordarse”, según un portavoz de Exteriores. La perspectiva alemana “solo puede ser una solución a largo plazo basada en los dos Estados”, añadió, y puntualizó que “todo el mundo” tiene claro que es la única posible.

La ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, el lunes en Bruselas.
OLIVIER MATTHYS (EFE)

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