A Philippe Saurel, ex alcalde socialista disidente de Montpellier, le gustaba soñar con su ciudad en “Nueva California francesa”una tierra de telenovelas y arte contemporáneo de moda. “¡Pretencioso! »aborda a su sucesor, el socialista Michaël Delafosse, quien, para destacar, ha trasladado estratégicamente su brújula a África.
En 2021, la prefectura de Hérault incitó a Burdeos a organizar la cumbre África-Francia y acogió, el mismo año, una de las sedes de la temporada África 2020. El artista franco-camerunés Barthélémy Toguo vestirá los trenes de su quinta línea de tranvía. La ciudad también prepara para el mes de octubre una nueva bienal africana centrada en la cultura y la investigación. “Con África 2020 había anhelos y esperanzas, que no queremos romper con esta dura ley de los hechos que consiste en marcar una casilla y luego pasar a otra”resume Vincent Cavaroc, director del Halle Tropisme, que lleva la operación.
Pero, para Michaël Delafosse, el proyecto más importante, a nivel político y presupuestario, sigue siendo el de un instituto de Francia y Argelia. La idea no es suya. Era una de las veintidós recomendaciones del informe de Benjamin Stora sobre la reconciliación franco-argelina, presentado en enero de 2021 a Emmanuel Macron.
La historia de veinte años se remonta a 2002, cuando Georges Frêche (1938-2010), que reinó en Montpellier durante más de tres décadas, imaginó un “museo de la historia de Francia en Argelia”. La redacción elegida para complacer a los Pieds-noirs hace aullar a las demás comunidades. Para abrazar todos los recuerdos magullados, su sucesor como presidente de la Aglomeración de Montpellier, Jean-Pierre Moure, optó por el nombre más sobrio de “museo de la historia de Francia y Argelia”. Se crea un comité científico compuesto por historiadores de renombre, y se nombra una conservadora, Florence Hudowicz, para que se encargue de ello. Se liberan unos 20 millones de euros para reformar el Hôtel de Montcalm, que debía albergarlo, así como para la compra de obras. Pero, apenas elegido, Philippe Saurel torpedeó el proyecto en 2014 para crear, en su lugar, un centro de arte contemporáneo, el MoCo. La colección de 600 objetos y unos 5.000 documentos, acumulada a lo largo de los años, fue luego retirada del MuCEM de Marsella.
Un año después de su elección, en 2021, Michaël Delafosse propone relanzar la máquina. El momento es oportuno. El Jefe de Estado, Emmanuel Macron, ha hecho de la reconciliación conmemorativa una de las piedras angulares de su diplomacia en África. Los testigos han dejado paso a jóvenes historiadores que no tienen cuentas que saldar ni puntuaciones ideológicas que defender.
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