PAGMás de una semana después de la muerte de Nahel M., asesinado a tiros por un policía durante un control de tráfico en Nanterre, el país sigue desgarrándose. Disturbios urbanos, oposición política al límite, procrastinación ejecutiva… en medio de una crisis política y social, también es hora de rendir cuentas.

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Enviado a partir del sábado 1oh julio de Emmanuel Macron junto a la cama de los comerciantes afectados por los daños, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, instó a las aseguradoras a facilitar la indemnización de los más afectados. El balance es pesado: más de 1.000 empresas “destrozado o incendiado”más de 430 estancos, 370 sucursales bancarias, 200 tiendas o centros comerciales, tiendas de ropa, restaurantes de comida rápida dañados.

Si Bercy todavía se niega para dar una estimación global de los daños, otros ya lo han hecho: el jefe del Medef, Geoffroy Roux de Bézieux, los ha evaluado en «más de mil millones de euros»lunes 3 de julio en El parisino. “La única cifra que tenemos por el momento es la de la Federación Francesa de Aseguradores, que cifra los daños ya declarados en 280 millones de euros”matizó Bruno Le Maire, miércoles 5 de julio, en BFM-TV / RMC.

línea de cresta

Porque, en medio de la emoción ambiental, el ex-LR ve la trampa que le espera. En 2019, los recortes masivos de impuestos sobre la renta terminaron con la crisis de los «chalecos amarillos». Un año después, el repunte de la Covid-19 sonaba al principio del “cueste lo que cueste”, de llevar al alcance de la mano una economía confinada. En 2021-2022 hubo escudos tarifarios y otras ayudas a las empresas lastradas por la crisis energética. Incluso la reforma de las pensiones, aunque colocada bajo el signo del imperativo presupuestario, no se le escapó: a finales de abril, la Primera Ministra, Elisabeth Borne, prometió “recortes de impuestos para las clases medias”del orden de los 2.000 millones de euros − casi dos meses después, todavía no se han concretado.

Al igual que el Jefe de Estado, el Ministro de Economía trata pues de mantener una línea de cresta: apoyar, pero sin gastar demasiado. ¿Compensación por tiendas saqueadas? Promete posponer, o incluso cancelar, los impuestos y las contribuciones a la seguridad social. ¿Desempleo parcial para empleados cuyo lugar de trabajo no puede reabrir? Se activará, pero con un cargo restante para empresas. ¿La reconstrucción de los cientos de ayuntamientos, escuelas y bibliotecas dañadas? La «ley de emergencia» anunciada el martes por Emmanuel Macron reducirá los retrasos.

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