Es el tercer juicio por el caso Provolo. Dos curas y dos administrativos fueron condenados. Ahora son 9 mujeres acusadas de cómplices, entre ellas dos monjas.

Avance el tercer juicio a los religiosos y docentes acusados ​​del aberrante caso de abuso sexual a menores hipoacúsicos en la escuela albergue Antonio Provolo de Mendoza, cerrada en diciembre de 2016, de las denuncias de los alumnos.

Este viernes, la Fiscalía de Delitos Sexuales solicitó 25 años de prisión para la monja Kumiko Kosaka por los delitos de abuso sexual grave ultrajante y corrupción de menores, en cinco hechos.

El alegato de la fiscalía lo hizo el fiscal Alejandro Iturbide, quien también pidió que la religiosa mar inhabilitada por 10 años para ejercer cargos educativos y de albergue donde haya menores de edad.

Allá semana próxima será el turno de los alegatos de la pelea y la defensa de la monja y las otras acusadas.

La religiosa -conocida por las víctimas como «la monja mala»- está acusada de ser partícipe de las aberraciones que ocurrieron en la escuela albergue para chicos hipoacúsicos y cómplice de los dos curas condenados en un juicio anterior.

Sus nuevas imputadas por acción u omisión además actúa, como responsable del cuidado de los chicos: dos monjas, la administradora legal y otras seis mujeres que trabajaron en tareas de dirección, docencia y maestranza en la escuela albergue de Luján de Cuyo, Gran Mendoza.

Souman 36 últimas víctimaschicos hipoacúsicos, que tuvieron entre 5 y 17 años cuando ocurrieron los abusos sexuales, maltratos y corrupción de menores.

Las acusadas son las monjas: Kumiko Kosaka (48) y la madre superiora Asunción Martínez (55), la representante legal del colegio Graciela Pascual (65), las ex directoras Edith Pinacca (66), Valeska Quintana (50), Cristina Leguiza (52) y Laura Gaetán (62), la psicóloga Cecilia Raffo (45) y la cocinera Noemí Paz (65).




Daiana Lizarraga (de sueter negro) con su familia en las escalinatas del Poder Judicial de Mendoza. Fue la primera víctima que se animó a denunciar los abusos en el Provolo.

La imputación más grave es contra Kosaka que está apuntada como partícipe primaria en siete hechos de abusos y como autor penalmente responsable de un simple. Entre la prueba acumulada hay 52 cámaras Gesell que deben reproducirse y luego ver -en base tiene los plantos que surjan- si es necesario que las víctimas vuelvan a declarar.

Por decisión de la Justicia, ninguna de ellas está detenida. Durante todo el proceso se han ajustado a las normas de conducta impuestas por el tribunal y no han entorpecido el desarrollo de las audiencias.

El fallo de este tercer juicio, a cargo del tribunal que integran Urciuolo, Belén Salido y Belén Renna, se conocería en un mes, antes de la feriajudiciaire de invierno.

La historia de un caso aberrante

"Muestra de Fotoperiodismo Argentino Edición 31º – Periodo 2019"Mendoza, agosto de 2019. El cura Nicola Corradi ingresa a la sala donde será juzgado por abuso sexual y corrupción de menores, ocurrido en el Instituto para niños con discapacidad auditiva y con trastornos del lenguaje Antonio Próvolo donde el imputado ejerció su sacerdocio, en Lujan por Cuyo.  Foto MARCELO AGUILAR LÓPEZ / ARGRA


«Muestra de Fotoperiodismo Argentino Edición 31º – Periodo 2019» Mendoza, agosto de 2019. El sacerdote Nicola Corradi ingresa a la sala donde será juzgado por abuso sexual y corrupción de menores, cometidos en en el Instituto para niños con discapacidad auditiva y con trastornos del lenguaje Antonio Próvolo donde el imputado ejerció su sacerdocio, en Luján de Cuyo. Foto MARCELO AGUILAR LÓPEZ / ARGRA

Kumiko fue detenida en mayo de 2017 y fue imputada como autora y partícipe primaria de 9 episodios de ataques y vejaciones de las nenas y adolescentes que debían cuidar. Unos líos después, obtuvo el beneficio de prisión domiciliaria.

El primer juicio el el el 25 de noviembre de 2019 y fueron condenados los curas: Horacio Corbacho, a 45 años; Nicola Corradi, de 42 años, y el jardinero Armando Gómez, de 18.

Un año antes, en un juicio abreviado, se declara culpable de los abusos sexuales el monaguillo José Bordónque fue condenado tiene 11 años de prisión.

La cura Corradi murió en julio de 2021, a los 85 años, y cuando llevaba dos años de cumplimiento de su condena en prisión domiciliaria por su avanzada edad y graves problemas de visión.

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