América Latina es, en muchos sentidos, una región de contrastes. Y la mas desigual en lo que respeta al acceso al aborto legal. mientras Argentina y Colombia adoptan esta práctica como un derecho humano caso sin restricciones, cuatro de los diez países del mundo que prohiben tal tipo de interrupción del embarazo están en la región, y su El Salvador, Honduras, República Dominicana y Nicaragua.

La situación de Argentina es por lo que se vota la ley 27610, una multa de 2020. Tener un marco legal la posiciona como uno de los países más avanzados en la región. Y se destaca de otros países que permiten la páctica pero a su vez la dificultan con trabas u obstáculos presentes en la «letra chica» de las normas.

“En Argentina hubo feministas que participaron en la redacción de la ley”, explica Agustina Ramón Michel, coautora del estudio «Leyes y sombras. Las regulaciones de aborto en América Latina y el Caribe», presentado en el marco de la Conferencia «Persistir en el cambio: el aborto es nuestro derecho»organizado por el Consorcio Latinoamericano Contra el Aborto Inseguro (CLACAI) que tuvo lugar esta semana en Panamá.




Agustina Ramón Michel de Argentina y el Congreso CLACAI. .

El informa, producido por CLACAI junto a 26 organizaciones de 16 países estudiadospresenta un panorama comparativo sobre la situación regulatoria del aborto – analiza y compara ojos y protocolos teniendo en cuenta normas de derechos humanosy los directores de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«La letra chica»

Una de las conclusiones informadas es que no basta con mirar el modelo de reglamento, sino también la «letra chica» de las leyes y protocolos.

«La letra chica juega un papel central en términos del acceso al aborto seguro, y también en las posibilidades que tienen las políticas públicas, los activismos y los servicios de salud de diseñar estrategias de atencion de calidad y centradas en las personas”, asistente Sonia Ariza Navarrete, una de las autoridades del estudio y coordinadora de la iniciativa La Salud Reproductiva es Vital de CLACAI.

El estudio también muestra cómo los requisitos para el acceso al aborto, impuestos por algunos aplican en los países latinoamericanos se alejan de los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y de lo que la evidencia indica como buenas prácticas regulatorias en materia para abortar.

«La evidencia no se ha acumulado ya acerca de la seguridad del aborto con pastillas, sin embargo aún muchas normas restringen de distintas maneras su uso. ¿Para que? ¿Cuáles serían las razones públicas que pueden sostener este tipo de requisitos obsoletos?”, planteó Ramón Michel, coordinador de la red jurídica de CLACAI.

Es el primer informa que reúne y sistematiza toda la información sobre el panorama regulatorio del aborto en la región. Es una plataforma web interactiva. que incluye datos de Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia, Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, El Salvador, República Dominicana, México, Paraguay, Panamá, Guatemala, Honduras y Costa Rica.

«Creemos que los resultados de esta investigación tienen un gran potencial en términos de incidencia, tanto en cada país como a nivel regional, ya que permitirán traer nuevas reflexiones para la implementación de mjores prácticas para el acceso al aborto seguro en la región”, asegura Ariza Navarrete.

Congreso sobre derecho al aborto, en Panamá.


Congreso sobre derecho al aborto, en Panamá.

Los extremos de la región

América Latina es una región en la que trabajarás por más proteger los derechos humanos sexuales y reproductivospero ha conocido la regulación y la implementación del derecho al aborto todavía están restringidas en varios países.

«Menos de diez países penaliza por completo el aborto en el mundo pero cuatro de esos diez están en Latinoamérica. Y a contrapelo tenemos mar verde argentinoo el fallo de la Corte Constitucional de Colombia que despenalizó casi totalmente el aborto en ese país. La desigualdad es enormey eso también es un rasgo particular de esta región que este estudio destaca”, sostiene Ramón Michel.

Expertas en el panel de cierre del Congreso sobre aborto.


Expertas en el panel de cierre del Congreso sobre aborto.

Así, en la región existe un amplio espectro de modelos regulatorios que van desde los más permisivos, representados en modelos mixtos que afirman el aborto voluntario hasta un determinado momento del embarazo y causales a lo largo de toda la gestación, como Colombia, Argentina y Uruguay, que habilitan el aborto legal a pedido de cualquier persona avergonzado hasta un momento determinado de la gestación; o de México, en donde siete Estados reconocen el derecho al aborto a demande, (el resto es por causales).

sin embargo, en la mayoría de los países persisten en regímenes restrictivos, con regulaciones que solo permitan el aborto en casos y condiciones especificas, como Bolivia (embarazos producto de violación, incesto, o en los cuales está comprometida la salud de la gestante); Perú (conocido como aborto terapéutico que se permite cuando la salud o la vida de la gestante están en riesgo); Brasil, Ecuador y Panamá (cuando hay peligro para la vida de la gestante o en caso de violación); guatemala y paraguay (el aborto se permite solo para salvar la vida de la gestante).

En El Salvador, República Dominicana y Honduras, el aborto está completamente prohibido. Son, a su vez, los países con peores índices de mortalidad materna, abusos sexuales, y donde más niñas deben convertir se madres forzosamente.

Así que bien hay avance en la región desde 2005, aún hay una persistencia a la criminalización, muchas veces disfrazada de requisitos administrativos, que se traduce en ausencia de derechos. Cómo concluimos Ramón Mitchell: «El aborto se conecta directamente con la democracia».

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