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Tras reiteradas crisis sanitarias, el nuevo escenario combina la baja del Covid, la viruela símica y el dengue con menos circulación de humo, neumonía y bronquiolita.

La expresión popular «no hagan olas» podría reflejar la coyuntura epidemiológica particular Viva Argentina. Los virus están ahí, al acecho. Pero la combinación temporal de las curvas de contagios ha querido que este se un momento benigno, traducido en cifras como el menos peligroso de la década.

From esta tregua, el Gobierno busca ahora ganar tiempo y prepare ya para la próxima pandemiaas anunciado que lo esta haciendo a del cambio de tendencia Transitionorio, de lugar desconocidoque permite planificar sin la premura qu’impone el tiempo de las crisis sanitarias.

Según la reciente declaración de la OMS sobre el fin de la emergencia por el Covid, el Ministerio de Salud argentino corroboró oficialmente que la pandemia ha terminadocon lo que allanó cualquier duda que hubiera quedado sobre los términos técnicos utilizados por las organizaciones internacionales para anunciarlo.

A esto se ha sumado una segunda declaración de la OMS, sobre la caducidad de la emergencia por la viruela símica o “del mono”: infección que lleva varios meses menguado en el país, pero recién ahora se considera superada a nivel mundial.

Traspasados ​​ambos desafíos de salud pública -el más dramático de la historia y el que fue más susto que tragedia-, se agrega que el Dengue va a desandar su epidemia record en el país, tras más de 93 millones de casos y 56 muertes. En los últimos siete días aliviados a nivel nacional, por primera vez no se registraron nuevas víctimas fatales y la cantidad de contagios bajó por cuarta semana consecutiva.




Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. El organismo por terminadas las emergencias globales por el Covid y viruela símica. Foto: Reuters

Un panorama favorable es suma que las fermedades respiratorias clsicas muestran un retroceso, al menos en lo que va del año. El mismo patrón se observó tanto para reproche como neumonía allá bronquiolitis. Así pues, en este caso de esta última cierta ansiedad puntual en alguna provincia, como Tucumán, el promedio nacional ubica la evolución en la zona denominada de «éxito».

Las estadísticas indican que, en todas estas infecciones, las cifras acumuladas hasta el momento se ubican por debajo de los registros de la última década, a excepción de los años más álgidos de la pandemia, 2020 y 2021, en los que naturalmente esos virus cedieron terreno al Covid.

En lo que va de 2023 se ha registrado sólo una muerte por queja. Mientras que las tres olas de influenza atípicas que caracterizaron el 2022 -a comienzos, mid y fines de año- dejaron un saldo de 143 muertos. Hoy se registran 351 casos cada 100 mil habitantes, menos de la mitad que el año pasado.

Es preciso aclarar que estas cifras son provisionales. El optimismo circunstancial va atado -post pandemia más aún- a la cuota de imprevisibilidad de lo que pueda llegar a ocurrir de cara a los meses mas frios eso está dentro de un. Sin embargo, lo sucedido en el primer cuatrimestre – ya pasó parte de un otoño más templado de lo normal – marca una tendencia.

Alberto Fernández y Carla Vizzott en March pasado, Durante el acto en el CCK a tres años del primer caso de Covid en el país.  Foto: Télam


Alberto Fernández y Carla Vizzott en March pasado, Durante el acto en el CCK a tres años del primer caso de Covid en el país. Foto: Télam

Todo lo cual indica que el presente escenario sanitario tendería a cortar una racha de machos encadenados de la última era. Sin embargo, las autoridades buscan que la buena noticia no sea patrón relajante y, sobre todo, que las campañas de vacunación -contra los virus para los que hay vacunas- no se resientan. La encrucijada recurrente: que el hecho de que escampe no sea un arma de filo doble.

En este contexto, el Gobierno ha informado que se concentra en a raíz de la cercana pandemia. «Argentina se encuentra trabajando en el Plan de Preparación y Respuesta para futuras pandemias, recolectando las aprendiendo lecciones y trabajando en la adecuación de los procesos y la articulación de los actores para detectar y responder ante nuevas amenazas para la salud pública”, dice el último Boletín Epidemiológico.

También afirmó allí que “la declaración del fin de la pandemia como evento de seguridad pública internacional implica continuar con las Estrategia Sanitaria que se están llevando adelante desde el Ministerio de Salud”. detallado comportamiento: vigilancia epidemiológica y genómica, prevención mediante vacunación y mantenimiento y fortalecimiento de la capacidad de los servicios de salud.

La incógnita en este contexto menos apreciado es por dónde y cuándo sobrevendrá el nuevo ataque extraordinario de un patógeno que deriva en lo que los expertos creen inevitable: otra emergencia planetaria. Recién entonces se podrá vislumbrar si la cuestión sanitaria confirma para el Estado argentino la excepción a la inercia condenatoria que garantiza -en diferentes aspectos de la realidad- el eterno retorno de recetas ineficaces para enfrentar los mismos problemas.

PD

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