La lluvia ecuatorial cae sobre el suelo del centro La Verdure, un vasto espacio ubicado detrás de un edificio administrativo estatal, en las afueras de Cayenne. Inaugurado en julio de 2022, debía albergar a dieciocho solicitantes de asilo, en antiguas oficinas reconvertidas. Ahora son más de 80 en el sitio. Una veintena de personas solteras duermen en una estrecha terraza cubierta, se protegen de la lluvia bajo lonas tendidas sobre edredones y maletas. «Es mejor que en la vereda, al lado de la catedral»comenta Zoïk, un marroquí de cuarenta y tantos años, en alusión al primer lugar de residencia de muchos solicitantes de asilo a su llegada a la capital de Guyana.

En La Verdure, siete familias sirias y palestinas han encontrado un lugar debajo de la cocina-carbet, donde han montado sus tiendas. “Dormimos sobre tapetes de dos centímetros de espesor, tuvimos tres días de corte de luz y hay insectos”, explica un ciudadano sirio que muestra los brazos de sus dos hijos, cubiertos de mordiscos. Los más afortunados han esperado varios días antes de que otras familias que han obtenido vivienda en la ciudad desocupen sus habitaciones.

Al final del pasillo se encuentran los aseos y la única ducha del centro, para ochenta personas. “Gestionamos el sitio hasta el 31 de diciembre de 2022, luego hubo que desalojarlo, pero a la espera de otro alojamiento, la gente sigue ahí”testifica Basharat Muhammad, presidente en Guyana de Humanity First, una ONG con sede en Londres, que todavía ofrece almuerzos y cenas. “El problema es que las entradas son más importantes que las salidas”él añade.

Descubrimiento en Internet

A este departamento francés llegaron en 2015 los primeros candidatos de asilo de países árabes -sirios que huían de la guerra-. Para ellos, las solicitudes se aceptan en un 90%. En 2021, los sirios compensaron con palestinos al 20,6 % de los solicitantes de asilo (692 solicitudes). Fue el 30,2% en 2022 (942 solicitudes), casi tanto como los haitianos, cuya participación está cayendo después de formar el grueso de las 20.000 solicitudes registradas entre 2015 y 2020.

Varios migrantes han contraído una enfermedad de la piel en el centro de acogida temporal “La Verdure”.  En Cayenne, Guyana, el 16 de enero de 2023.

De visita en el departamento el martes 17 y el miércoles 18 de enero, el Ministro Delegado para los Territorios de Ultramar, Jean-François Carenco, subraya que este flujo, de una treintena de llegadas diarias, está alimentado por el procedimiento de asilo de la ayuda humanitaria procedente de Brasil. La diplomacia francesa empuja a Brasilia a reformarlo.

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Entre los inmigrantes de Medio Oriente y África, muchos descubrieron el destino en Internet. “En las redes sociales decimos que hay un país después del mar donde se puede pedir asilo, vimos que era Guyana”Yamna explica [tous les prénoms suivants ont été changés à la demande des personnes], un joven agrónomo del Sáhara Occidental, región disputada por Marruecos y el Frente Polisario, separatista. “Somos perseguidos y buscamos protección internacional”, ella dice. En La Verdure, veintisiete saharauis han emprendido el camino del exilio, pasando por el vecino Brasil.

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