• Asia Blinken se rene en Pekn con el ministro de Exteriores chino para aliviar las tensiones entre las dos superpotencias

Haba que romper el muro de hielo entre los dos titanes del tablero geopolitico. Era muy peligroso que las potencias econmicas dominantes, que adems cuentan con los ejrcitos ms grandes, continuaran como el perro y el gato mientras sus juegos de guerra casi se rozan en algunos momentos. La rivalidad, provocación y animación continúan, pero al menos rehab una línea de comunicación regular entre los altos funcionariosfundamental para evitar un conflicto.

Esta fue la propuesta principal del viaje a Pekín del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aunque se volvería a casa con un sabor de boca agridulce al no lograr arrancar el compromiso por parte de Pekín de renovar los mecanismos de cooperación militar con EEUU, comenta la visita a Taiwán la semana pasada de la Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. A viaje que desató la furia del ejrcito chino, que lanzó simulacros de invasión sin precedentes.

«En repetidas ocasiones planteó la necesidad de establecer comunicaciones de ejrcito a ejrcito. En cambio, China no ha accedido a seguir adelante con esto”, explicó Blinken, quien culminó su apretada agenda en la capital china con un esperado apretón de manos con el presidente Xi Jinping.

El plato fuerte del primer viaje al gigante asitico de un secretario estadounidense en cinco aos se mantuvo en incgnita hasta el lunes por la tarde (hora local), cuando Xi finalmente recibi a Blinken. Este encuentro no estaba en la agenda oficial. En Pekín, antes de ofrecer al enviado de Washington un cara a cara con los mandatos de la segunda potencia mundial, queran tantear el ambiente en las largas reuniones previas que Blinken ha mantenido con altos funcionarios chinos.

Tras comprobar el tono conciliador del invitado, al igual que los comedidos comunicados de la Casa Blanca sobre el contenido de los encuentros, era hora de cerrar la visita con una fuerte imagen final -la de Xi y Blinken estrechándose la mano- que simboliza un pequeo avanza para encender tensiones. También allana el camino a una reunión entre Xi y el presidente Joe Biden en los próximos meses.

“Espero que su visita al secretario Blinken pueda contribuir positivamente a estabilizar las relaciones”, dijo Xi al dar la bienvenida al representante estadounidense al Gran Salón del Pueblo, el hemiciclo donde se celebran los grandes eventos en la capital. La lectura china de la charla nicamente especifica que ambas partes haban «avanzado en algunos temas específicos».

Minutos después de terminar la reunión, que duró 30 minutos, Blinken celebra una calle de asimilación de la explicación de que viajó a China y se dedicó a las comunicaciones. «Ambas naciones tienen la obligación de estabilizar la relación y administrarla responsablemente», declaró.

Con el tema Taiwán sobre la mesa, Blinken critica las acciones provocativas de China, aunque puntualiz que EEUU no ha cambiado su posición de larga data sobre la política de «Una China»y que su pas «no apoya la independencia de Taiwan», pero tampoco quiere un cambio en el status quo actual que mantiene la isla autnoma.

Blinken dijo que EEUU sigue «profundamente preocupado» por las «violaciones» de los derechos humanos por parte de China, específicamente en la región de Xinjiang, Tbet y Hong Kong. Sobre la invasión rusa de Ucrania, el estadounidense apeló a Pekín a que ayude a lograr una «paz justa» y aseguró que, aunque China ha reiterado que no va a proporcionar armas a Rusia, ha pedido al Gobierno chino que «mantenga la atención» en la vigilancia de si las empresas privadas chinas habrían estado «suministrando ayuda letal» al Kremlin.

Blinken también desveló que discutió con Xi la situación con Corea del Norte y la crisis de fentanilo, el opioide sintético que está causando estragos en EEUU y cuyos precursores químicos salen del gigante asitico. «China y EEUU ahora están en conversaciones para establecer un grupo de trabajo en un intento por cerrar el flujo de los productos químicos que ayudan a alimentar esta crisis», anuncia el secretario.

Dilogo o confrontacin, cooperacin o conflicto

Antes de la reunión con Xi, Blinken se reunió con el principal diplomático chino, Wang Yi, uno de los hombres fuertes del Politbur y director de la Comisión Central de Asuntos Exteriores. «La percepción errónea de EEUU sobre China es la culpable del empeoramiento de las relaciones. Debemos elegir entre diálogo o confrontación, entre cooperación o conflicto».Dijo Wang, que es la figura que mueve los hilos de la política exterior de Pekn, por encima del canciller Qin Gan, con quien el estadounidense también comparti el domingo una extensa reunión de más de cinco horas («una conversación sincera, profunda y constructiva «, dijo la prensa estatal china) en la que sentaron las bases para, en palabras de Blinken, «mantener abiertos los canales de comunicación».

Durante este ao han sido constantes los rifirrafes diplomticos, incluso con algn amago de chocque militar, entre ambos pases, que rompieron todas las comunicaciones de seguridad -correspondencia entre los altos mandos de los ejrcitos- despus de la crisis del globo espa chino quevol EEUU . A esto hay que sumar la incipiente «guerra de los chips», con Washington bloqueando el acceso de Pekín a los semiconductores más avanzados y al equipo para fabricarlos. Por ello, Wang Yi, Durante su encuentro con Blinken, dijo que EEUU deba «abandonar su representación en el desarrollo tecnológico de China».

Segn recibe la lectura china del encuentro, Wang instituida en Washington ya ha promovido la «teora de la amenaza de China, cancel sus sanciones unilaterales ilégales y abstenerse de interferir deliberadamente en los asuntos internos de China», en una referencia central sobria todo en la situación de Taiwán, la isla autónoma que Pekín consideraba parte de su territorio. “Estados Unidos debe respetar la soberanía y la integridad territorial de China, y oponerse claramente a la independencia de Taiwán”, sostuvo Wang.

El comunicado publicado desde Washington fue más conciliador: «El secretario Blinken subraya la importancia de administrar responsablemente la competencia entre Estados Unidos y la República Popular China a través de canales abiertos de comunicación para garantizar que la competencia no se convierta en conflicto».

A todas estas disputas entre las dos potencias globales, hay que aadir la carrera para forjar y fortalecer alianzas. La presidencia de Washington hizo que, durante la última cumbre del G7 celebrada en Hiroshima, los líderes lanzaran una respuesta coordinada para contener la «coacción económica» de China. La administración Biden también ha conseguido reforzar unas democracias tripartitas formadas por EEUU, Corea del Sur y Japón.

Justo antes de su viaje a Pekn, Blinken habl por separado con sus homlogos de Sel y Tokio para corroborar que esa alianza era ms deslizada que nunca. Y no hay que olvidarse del acercamiento militar entre Washington y Filipinastambién de los rivales regionales de Pekín, que ha cedido a las tropas estadounidenses y acceso a cuatro más bases militares, algo que para facilitar una mayor vigilancia de los movimientos del ejrcito chino en el Mar de China Meridional, sobre todo alrededor de Taiwán.

Los lderes del gigante astico, a travs de estos canales de propaganda, aseguraron que siempre estarn «acorralados» por las alianzas militares de Washington. Y desmienten informaciones recientes como la supuesta nueva base de espionaje que China planea construir en Cuba, una noticia que dio el Wall Street Journal y que todas las partes involucradas han negado.

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