Yo no sé en las calles de ustedes, pero en la mía hasta el jueves colgaban todavía unos Cárteles electorales de ERC en los que aparecía Ernest Maragall de brazos cruzados con americana y corbata bajo el lema Una Barcelona per a tothom’. Olía bien, de la noche a la mañana, en un estallido de continuidad que desmiente el sentimiento paranoico de quienes creen vivir en una campaña permanentela amable efigie del Tete’ ha sido sustituida por la rotunda cabeza de Gabriel Rufián coronada con el eslogan ¡Defensa de Cataluña!.
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