Se ha convertido en un elemento perturbador de las masivas protestas antigubernamentales que están a salvo en Israel: un grupo de mujeres vestidas con tunicas rojas y gorros blancos, que caminan con la cabeza inclinada y las manos juntas. Van vestidas como personajes de la nueva distópica de Margaret Atwood «El cuento de la criada» y la serie de televisión homónima.

Las mujeres, cada vez más numerosas conforme, intensifica las manifestaciones contra las políticas del primer ministro Benjamin Netanyahu, dicen protestar para protegerse de lo que, ha conocido juicio, será un futuro oscuro si el gobierno sigue adelante con su plan de reformar el poderjudicial .

«Esta manifestación es una representación de las cosas que tememos», dijo Moran Zer Katzenstein, fundadora del grupo de defensa de los derechos de la mujer Bonot Alternativa, o «construcción de una alternativa», que está detrás de la protesta.

«Las mujeres van a ser las primeras perjudicadas«, añadio.




Las mujeres dicen protestar para protegerse de lo que, a su juicio, será un futuro oscuro si el gobierno sigue adelante con su plan de reformar el poder judicial. Foto: Jalaa Marey / AFP

Con una decisión que ha suscitado amplia oposición, el gobierno de Netanyahu está presionando para debilitar a la Corte Suprema y limitar la independencia del poder judicial, medidas que, según dice, devolverán el poder a los legisladores y harán que los tribunales sean menos intervencionistas. Sus detractores sostienen que el proyecto pone en peligro el sistema de controles y contrapesos de Israel y lo empuja hacia la autocracia.

La reforma ha llevado a décadas de miles de personas para protestar en las calles cada semana.

Las mujeres vestidas con túnicas rojas no pasan inadvertidas entre la multitud, lo que convierte a las habitantes en escenas de protesta en un espectáculo como de otro mundo.

Las mujeres vestidas con túnicas rojas no pasan inadvertidas entre la multitud, lo que convierte las escenas de protesta en un espectáculo como de otro mundo.  Foto: AP


Las mujeres vestidas con túnicas rojas no pasan inadvertidas entre la multitud, lo que convierte las escenas de protesta en un espectáculo como de otro mundo. Foto: AP

Antes de una de las manifestaciones, un grupo de mujeres viajó disfrazado en el tren de Tel Aviv a Jerusaléntransformando los vagones y el andén en lo que podría haber sido una escena de la serie de Hulu.

En otra ocasión, rodearon la calle central de la ciudad costera de Tel Aviv, lugar donde suele haber niños en cochecitos y perros con correa. También han bloqueado cruces de calles, mantener en su papel durante las protestas y guardando silencio Caminé en el entrenamiento.

Su impactante apariencia pretende poner de manifiesto la idea de que Israel, que se consideraba la única democracia de Oriente Medio, podía convertirse en una distopía escalofriante en la que las mujeres verían despojadas de sus derechos.

Las noticias de Atwood

El cuento de Atwood de 1985 sobrio una sociedad patriarcal futurista en la que siervas con túnica son obligados a tener hijos para los líderes, ha resurgido en los últimos años como un hito cultural gracias a la popular serie de televisión. Sus temas de a veces dominación femenina y masculina han encontrado eco en las mujeres de hoy, que ven amenazas en los límites al derecho al aborto o, en el caso de Israel, en el ascenso de un gobierno conservador y religioso.

Su impactante apariencia pretende poner de manifiesto la idea de que Israel podría convertirse en una distopía escalofriante.  Foto: AP


Su impactante apariencia pretende poner de manifiesto la idea de que Israel podría convertirse en una distopía escalofriante. Foto: AP

In el gobierno, el más derechista de la historia de Israel, es abrumadora la mayoría de los funcionarios masculinos. Sólo nueve de los 64 miembros de la coalición de Netanyahu son mujeres. Los partidos ultraortodoxos, que sus componentes clave de la coalición, niegan rotundamente la inclusión de mujeres entre sus miembros.

El ministro de Economía, Bezalel Smotrich, ha dicho que no debería permitirse que hombres y mujeres presten servicio juntos en las unidades militares de combate, mientras que sus socios de gobierno manifiestan abiertamente su apoyo a la discriminación de las personas LGBTQ y los ciudadanos palestinos de Israel.

El disfraz, que ha llegado a emnarnar mundialmente la amenaza que pesa sobre las mujeres bajo el patriarcado, se utiliza en protestas en otros lugares. Las mujeres estadounidenses que se oponen a los candidatos conservadores del expresidente Donald Trump por la Corte Suprema se han puesto el atuendo, al igual que las mujeres iraníes que se manifiestan en Gran Bretaña en apoyo a las protestas en Irán y las mujeres polacas que piden que se preserve el derecho al aborto.

Pero como la crisis en Israel no da señales de aplacarse, las mujeres de rojo se han convertido en pilar de las protestas en todo el país y su número está creciendo. Unas mil mujeres vieron las túnicas en una reciente manifestación en Tel Aviv.

Una marchó de mujeres en el puerto de Acre, Israel.  Foto: AP


Una marchó de mujeres en el puerto de Acre, Israel. Foto: AP

También están concitando atención. La propia Atwood retuiteó varios mensajes sobre ellas. Y Simcha Rothman, el legislador que preside el comité parlamentario que encabeza el pedido de reforma, las ha criticado y asegura que los cambios legales sólo fortalecerán los derechos de las mujeres en Israel.

«Está atento a las protestas y manifestaciones y dispuesto a dar respuesta a cualquier inquieto sobrio el plan legal. ¿Qué es lo que no acepta? , tuiteó a principios de mes. «La reforma no perjudicará las garantías de las mujeres».

Zer Katzenstein, que ya tiene una carrera en marketing de marcas internacionales para dirigir la protesta, dijo que no contaría con que Rothman, judío religioso e ideólogo conservador, protegerá sus derechos.

Las mujeres de rojo se han convertido en un pilar de las protestas en todo el país y su número está creciendo.  Foto: AP


Las mujeres de rojo se han convertido en un pilar de las protestas en todo el país y su número está creciendo. Foto: AP

La protesta no es una exageración del rumbo que podría tomar Israel, como algunos han dicho, sino más bien una luz de declaración, declarada.

«No creemos que nos despertaremos y nos daremos cuenta de que vivimos en Gilead», dijo, refiriéndose al nombre de la república ficción del libro de Atwood.

«Pero tememos que esto sea algo progresivo. Primero aqui y luego alla y otro y otro«, agregó. «Nuestro mensaje es que estamos trazando una raya y no vamos a permitir que eso ocurra, ni siquiera un poco».

Associated Press

Traducción: Elisa Carnelli

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