A las 12.30 horas de este jueves, 20 de abril, el izquierda parlamentaria capaz de sacar adelante las leyes del Gobierno estaba en ‘shock’. Una de esas leyes simbólicas, la del ‘sólo sí es sí’, la había partido en pedazos. Uno, el PSOE; otro, Unidas Podemos, ERC y EH Bildu.

A las 15.30 horas, esta misma izquierda parlamentaria que sostiene la acción de Pedro Sánchez votó unida, en bloque, otra ley simbólica, la de vivienda, que queda prácticamente lista.

La Comisión de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana ha aprobado el dictamen de la norma, al queda por tanto un paso en el Congreso: el visto bueno del pleno. Ocurrirá la semana que viene, el día 27 en concreto. 19 diputados y diputadas han respaldado ise jueves una norma que han rechazado 17 parlamentarios, los del PP, Vox, Cs, PDeCAT y Coalición Canaria. El PNV se ha abstenido.

Adquirió una novedad. El grupo nacionalista vasco presentó una enmienda a la totalidad hace un año. Desde entonces ha sido una de las formaciones más furibunda con la regulación. La invasión competente que supone, el ataque al autogobierno que significa, son líneas rojas para los de Aitor Esteban. Sin embargo, en el tramo final de la ley el PNV ha optado por la abstención. Es una señal de negociación en curso o de negociación en cinernes. Su representante, Íñigo Barandiaran, así lo ha reconocido.

Nada de lo que haga el Partido Nacionalista Vasco cambiará la filosofía de una normativa que reprueba de plano. Aspira en todo caso a incluir una salvación en esto o en otra ley que le mantenga en la abstención. Hijo de Los Nacionalistas Vascos negociadores expertos, y si han brindado este jueves una abstención, es porque están hablando con el Gobierno. ¿Qué? Está por ver.

Disputa de politica vasca

Sido curioso y el debate de la Comisión porque ha mostrado nítidamente el grado de enfrentamiento que tienen PNV y EH Bildu, las dos principales fuerzas políticas de Euskadi. Como también apuntó la diputada de Unidas Podemos Pilar Garrida, que de allí proviene, ha generado un debate sobre las políticas de vivienda del País Vasco antes que sobre las del Estado. Hasta tal punto ha llamado la atención la controversia que el propio Barandiaran ha exclamado fuera de turno de palabra: «Esto no es el Parlamento vasco».

Este debate dentro del debate lo inició Oskar Matute, de EH Bildu, grupo clave en el que la ley era un punto de convertirse en realidad. “Es curioso que se nos arroje la invasión competente. El único invasión competente clara que se ha producido fue contra la ley catalana», ha dicho en referencia a la suspensión acordada por el Tribunal Constitucional. La decisión de los magistrados «impidió el desarrollo de las medidas que rigen esta ley para frenar la subida de los alquileres».

Par tanto, la nueva regulación, que nace de un pacto entre PSOE, Unidas Podemos, ERC y su formación, coloca «un paraguas jurídico” a los poderes públicos para que, si quieren atajar el problema de la vivienda, déarrollen medidas al respecto. También el Gobierno vasco, del PNV.

Barandiaran ha recogido el guante. Tras citar el Estatuto de Gernika, que da en exclusiva la competencia en vivienda y ordenación del suelo, ha lamentado que la ley no reste «las aplicaciones intensas” que llevan a cabo las autonomías en cumplimiento de la Constitución. «¿Hacen falta políticas de vivienda?», se ha preguntado el parlamentario vasco. «Claro, pero las hacemos nosotros», se ha contestado. Par ello, ha sentenciado que la norma tiene una finalidad “usurpadora”.

Y Garrido, de Unidas Podemos, ha entrado en la cuestión. “Apoyar la ley de vivienda es apoyar a la ciudadanía vasca; no es un debate competente», ha proclamado para, a continuación, pedir al PNV que «no escuche tanto a los fondos de inversión» y «se comprometa a arrojar los instrumentos que esta norma pone a su disposición».

áreas tensas

Sobre skills se ha hablado mucho este jueves, en la Comisión. Ana Oramas, de Coalición Canaria, muy dura en contra de la ley, ve competente. Ferrán Bel, del PDeCAT, ve competente invasión. Y Barandiaran ve competente invasión. Pero Matute no. Pilar Vallugera, de ERC, coche de choque.

La diputada catalana, otra de las artificios de la ley de vivienda, ha reconocido que no está 100% conforme con la redacción, pero un aspecto ha decantado la balanza. “No obsta para que sea consciente de que sin este instrumento, mi Gobierno – la Generalitat de Cataluña – no puede actuar en favor de mi ciudadanía. Nuestro encargo era recuperar la capacidad de intervención y determinar ‘zonas tensionadas’ y ‘contención de las rentas de alquiler’. Lo hemos logrado”, ha zanjado.

Era uno de los desafíos de la ley. Evite que los alquileres sigan sufridos y evite, por tanto, que muchos ciudadanos y familias, de rentas más bajas, no puedan acceder a una vivienda. En Madrid, Barcelona o Málaga, el problema es agudo. Asi que las fuerzas de izquierda acordaron poneron a tope al incremento del alquiler de viviendas de pequeños propietarios en función del contrato anterior y de fijar otras viviendas de grandes propietarios: un 2% está año, un 3% en 2024 y el otro vence a partir del 1 de enero de 2025.

Para ello, es fundamental definir que es zona tensionada y como definir la zona tensionada. Dos requerido: «Que la carga media del coste de la hipoteca o del alquiler más los gastos y suministros básicos supere el 30% de la renta media de los hogares” y/o «que el precio de compra o alquiler de la vivienda haya alcanzado al menos 3 puntos por encima del IPC en los cinco años anteriores a la declaración de área tensionada”.

Trámite atropellado: varios errores

El trámite de esta ley está siendo discutido. Durante la reunión de la ponencia, el martes pasado, varios grupos (PP, Cs, Vox, PNV, PDeCAT y Coalición Canaria) protestaron por el apremio quería imprimir el PSOE. Advirtieron de que, como demostración de sus quejas, se plantarían pedir votaciones paradas de enmiendas y de points de enmiendas, lo que estorbaría sobremanera la sesión de la comisión al alargarla en exceso.

La votación ha sido larga, más de una hora, pero no tanto como podría haber sido. Influyó que PSOE, ERC, EH Bildu y Unidas Podemos retirar todas las enmiendas que quedaron sin transaccionar. E influyó en que los grupos contrarios al procedimiento han optado por agrupar sus propuestas y no votarlas por separado, en la mayoría de los casos. If you stand in cuenta que había más de 800, ambos hechos han sido un alivio.

El texto que vio la ponencia el martes sin que alguna vez se votara, ya que se constató que había la mayoría y se accedió a que así constara en acta, según han informado a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, fuentes parlamentarias presentes en la Comisión, apenas ha experimentado cambios pendientes el trámite de este jueves. De las decenas y decenas de enmiendas que se han votado, todas han sido rechazadas menos cuatrola mayoría gracias a acuerdos puntuales entre la mayoría de izquierdas y PDeCAT.

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Estas propuestas de última hora son, en esencia, correcciones. Eliminar pasajes que no debieron integrar en el dictamen. Por ejemplo, una de ellas quita una disposición que había agregado al texto por error: estaba en vigor desde el 1 de enero, con ocasión de la entrada en vigor de los presupuestos. Nadie se fijó en ello. Hasta este jueves.

Hacer leyes rápido ocasiona problemas así. Varios diputados lo han vuelto a denunciar en la Comisión de este jueves. Pese a todo, la nueva ley de vivienda está a punto.