«Es una chapuza como no se ha visto en 40 años«. Con su contundencia habitual, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha arramblado en un minuto con los equilibrios discursivos que había realizado anteriormente la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, para esquivar esa palabra, chapuza, que se repite machaconamente desde que hace un par de semanas salieron a la luz los problemas de diseño de los 31 trnes encargados por Renfe y Adif a la empresa CAF para renovar las flotas de las líneas de distance media y cercanías de Cantabria, Asturias y algunas regiones más del noroeste de España.

Como ya se conoce, el contrato de los trenes se licitó según unas características que les hubiera hecho imposible transitar por las vías de ancho métrico de la red del norte, los antiguos Ferrocarriles de Vía Estrecha (Feve). El problema se detectó hace dos años, pero la solución no ha terminado de llegar, hasta que el problema se ha hecho público y han comenzado los problemas.

Los presidentes autonómicos habían pedido emisiones en las vísperas. Y las tuvieron. A mediodía sabía que el presidente de Renfe, Isaías Táboas, y la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, habían presentado sus dimisiones y que la ministra de Transportes se las había aceptado. “Hay momento en la política en que toca assumir las responsabilidad inhérencees a nostros cargo”, ha dicho la ministra en su comparecencia ante los medios tras reunirse con los presidentes de Cantabria y Asturias, Adrián Barbón. Pesado al uso reiterado de la primera persona en su discurso, Sánchez no se refería a ella en aquello de asumir responsabilidades, sino que a los dos altos cargos destacados.

Cercanías gratuitas hasta el año 2026

Los presidentes autonómicos han propuesto soluciones. Y la ministra las ha presentado. Después de subrayar que se ha dejado la piel y ha dado la cara desde el minuto uno para solver el problema causado, “un contratiempo”, “un imprevisto”, “una demora”, en su opinión, “una chapuza”, en la de los presidentes autonómicos, Raquel Sánchez ha reconocido que los trenes no estarán disponibles para el mes de julio de 2024 como plan inicial y que los asturianos y los cantabros tendrán que esperar algunos años más, hasta 2026para ver circular por sus vias ferreas los famosos trenes.

En desagravio, el Gobierno ha decidido acordar con los dos presidentes autonómicos que hasta entonces asturianos y cántabros no pagarán un euro por sus servicios de cercanías, de modo que este será gratuito al menos hasta el año 2026.