El ‘exconsejero’ de Interior miguel buch se sentirá a partir de este miércoles en el banquillo de los acusados ​​en la Audiencia de Barcelona por, presuntamente, haber facilitado un servicio de escolta al ‘expresident’ Carlos Puigdemont en Bélgica y crear una plaza de asesor para el sargento de los Mossos Lluís Escola Miquel, para que esta labor corriera a carga del erario. Está previsto que este viernes declare Puigdemont como testigo el juicio a través de videoconferencia desde Bélgica, donde reside desde que abandonó Catalunya en 2017.

La cancha está reservada para ser vista los días 28, 29 y 30 de junio y 13 y 14 de julio. En la primera sesión, las defensas podrán plantar cuestiones ante de empezar la testifical con la declaración de cinco mossos. In los días posteriores también están citados otros agentes, así como Andreu Joan Martínez, exdirector general de la policía de la Generalitat; brauli duartSecretario General del Interior; Pilar Sorribasexdirectora de Funció Pública y en la actualidad en la Conselleria de Recerca i Universitat, y el empresario y amigo del expresidente Josep María Matamalaentre otras personas.

El impuesto Pedro Ariche reclamar en su escrito de acusación provisional seis años de prisión y 27 años de inhabilitación para Buch por los delitos de malversación y prevaricación, así como cuatro años y seis meses de prisión e inhabilitación para el mosso. Según la acusación pública, este sargento prestó «servicio activo» hasta el 29 de octubre de 2017, siendo jefe del área de escoltas del entonces ‘presidente’. Dos días antes, el BOE publicó las medidas de aplicación del artículo 155 de la Constitución, que ordenaban, entre otras cosas, el ces de Puigdemont. Entonces se mantuvo el dispositivo de seguridad para el ya exjefe del Gobierno, pero redujo los efectivos.

Collaboró ​​​​en la huida

Los días 28 y 29 de octubre de 2017 (los días posteriores a la DUI), Escolà, a la espera de la petición «expresa» de Puigdemont, incide el fiscal, se presentó en su domicilio de Sant Julià de Ramis, en Gironay organizó, con la ayuda de otros dos mossos, un dispositivo «clandestino» que los permisos acompañaron al ‘expresidente’ hasta Francia, donde tomó un avión que lo condujo a Bélgica. Tras una investigación interna, los policías fueron trasladados a la comisaría de Martorell de forma provisional, dado que, tras su incorporación, se consideraban mano de obra.

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La oficina de impuestos muestra que desde el 30 de octubre de 2017 hasta el 20 de julio de 2018, Escolà «no ejecutó un solo de servicio activo» y, en cambio, realizó numerosas salidas al extranjero, «al objeto de prestar trabajo de guardia y seguridad» para Puigdemont. Después de los intentos para que Puigdemont tuviera las prerrogativas como ‘expresident’, el 12 de julio de 2018, el entonces director general de los Mossos, siguiendo instrucciones de Buch, llegó a viar una carte à la Secretaría de Estado de Seguridad en la que le instaba, si lo mejorara oportuno, a organizar la seguridad del exmandatario en el extranjero.

Al no tener respuesta, según la taxía, Buch decidió seguir adelante con lo acordado con Puigdemont y «facilitarle un servicio de protección». Para ello, se creó una nueva plaza de asesor en la Conselleria para que fuera ocupado por ese mosso. El Ministerio Público considera que es un acto de «mera arbitrariedad», podría responder a la propuesta de «procurar» desde el Govern y con cargo a fondos públicos un servicio de escolta a Pugidemont. De los 224 días que Escolà fue asesor en Interior, 103 permanecieron fuera de España y en otros 20 se déconoce su ubicación. Sus honorarios ascendieron a 52.712 euros.