El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este lunes los cambios en el Gobierno, obligados porque la titular de Sanidad, Carolina Darias, y la industria, Reyes Maroto, Concurrirán las elecciones municipales como candidatos a las alcaldías de Las Palmas de Gran Canaria y Madrid, respectivamente. No ha habito gran sorpresa en la decision de que los cambios se hayan limitado a la sustitucion de las dos ministras salientes.

Los dos nuevos ministros respondieron a un perfil político que habían solicitado voces del partido. Héctor Gómez, nuevo ministro de Industria, había sido portavoz del PSOE en el Congreso, pero solo colgante en menos de un año, hasta julio de 2022, en que fue sustituido por Patxi López. Sánchez, tras este cese tan temprano, lo recuperará ahora para el ministerio que tendrá que ocuparse del segmento Loss of automóvil y de la recuperación total del turismo tras la pandemia. Gómez tu experiencia en el turismo, ya que había dirigido Turespaña. El hasta ahora delegado del Gobierno en Galicia, José Manuel Miñones, médico en Farmacia, se hace cargo del Ministerio de Sanidad. Sanchista de primera hora, Miñones fue de los que acompañaron a Sánchez en la gira por España con su Peugeot antes de recuperar la secretaría general del PSOE.

En otras circunstancias, es posible que los ministros más degastados, como el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, o las ministras de Podemos Ione Belarra e Irene Montero, habrían caído, pero en el contexto electoral, a dos meses de las municipales y autonómicas, ya nueve meses de las generales, estos relevos eran inverosímiles. In el primer caso, por temor a perder electorado fronterizo con el PP y, en el de las ministras de Asuntos Sociales y de Igualdad, para no romper la coalición con Unidas Podemos y para crear más problemas de los qu’y a existente en la relación entre Podemos y Sumar, el nuevo partido de Yolanda Díaz, que culminará su candidatura a los generales el próximo 2 de abril en pleno pulso con Pablo Iglesias.

Pero no solo no han sido sustituidas las ministras de Podemos, sino que Sánchez reafirmó de forma contundente su fe en la coalición entre el PSOE y UP. Destacó la capacidad de la coalición para llegar acuerdos con los agentes sociales y el trabajo parlamentario para aprobar tres Presupuestos y 200 leyes en la legislatura. Aunque el futuro dependerá mucho de cómo acabe la relación Sumar-Podemos, Sánchez no solo está dispuesto a llegar a diciembre manteniendo la coalición, sino que apostó por cumplir otra legislatura con la misma fórmula si los españoles lo deciden en las urnas.

La razón es que, según el presidente del Gobierno, es necesaria una década de gobiernos progresistas para “revertir los estragos sociales” de la década anterior. Su empeño está claro, pero todo dependerá de si se mantiene la unidad de la izquierda a la izquierda del PSOE y, sobre todo, de si la actual coalición es capaz de errotar en las urnas a un PP que no cierra sus puertas a Vox.